lunes, 22 de febrero de 2010

El chico de ojos de Luna


CAPITULO II: PREGUNTAS

Ya llegó el ansiado momento que esperada del día, la noche, y con ella la posibilidad de soñar de nuevo. Me até el pelo con una goma para poder dormir sin que me molestase, me coloqué el pijama y me acurruqué entre mis sabanas felizmente a la espera de lo que deseaba. Conseguí dormirme poco después y ahí estaba, de nuevo, frente a él que estaba inerte allí en aquel bosque extraño. Parecía que cada noche me esperaba en aquel sueño, esperaba a que me durmiese para poder verme y yo a él. A veces me parecía que era real, que al igual que yo esperaba la ocasión para verme, para abrazarme como lo hacíamos sin decir nada, simplemente estábamos allí inmóviles, abrazados fuertemente por la desesperación de que aquello acabaría en pocos minutos. Pero aquel sueño estaba durando más de lo normal, ¿podría deberse a que ese día tenía más tiempo para dormir y así para soñar? No me paré a pensar nada y entonces lo abrace más fuertemente, sintiendo todo su calor entre mis brazos, aquel calor era tan real…

Él me separó un poco con sus grandes brazos para conseguir mirarme a los ojos, parecía igual de extrañado que yo al poder tener más tiempo conmigo. Me sentía tan bien con él a mi lado y sintiendo que aquel sentimiento extraño también lo parecía sentir el chico de mis sueños…eso si que era extraño, ya pensaba como si fuese real.
Por fin pude dedicarme unos segundos en seguirlo con la mirada muy despacio, como si estuviese memorizando cada parte de su cuerpo. Pude ver su pecho de piel pálida dado a que llevaba una camisa más blanca que su piel desabrochada, llevaba unos pantalones del mismo color que la camisa e iba descalzo. Su pelo no era ni largo ni totalmente corto, porque mechones de pelo negro como el carbón, un poco ondulados, le caían a su blanco rostro. Y aquellos ojos, aquellos ojos que me hacían estremecer, aun seguían mirando fijamente mis débiles ojos que casi de forma imposible podían sostener aquella mirada.

Fue acercando su cara a la mía, hasta rozar con su nariz mi mejilla y deslizarse poco a poco, con una lagrima en sus ojos, hasta casi rozar con sus labios mis labios, ¡pero maldita sea!, un inesperado trueno en la noche hizo despertarme. ¿Por qué en ese mismo momento debió de despertar en la noche una inesperada tormenta? ¿Y por qué una lagrima se apegaba a mi mejilla si mis ojos estaban totalmente secos? ¿Sería la lágrima del chico sin nombre de mis sueños? Riéndome de mi misma y mis propios pensamientos me dije que eso era imposible, solo había sido un sueño, un bonito sueño y nada más, aunque en lo más profundo de mi corazón deseaba que todo aquello fuese real.

Ya sin esperanzas de volver a caer en el sueño, me distraje mirando las gotas de lluvia que rugían fuertemente al chocar contra mi ventana, y poco a poco fui sumiéndome en un sueño profundo.

Nuevamente y para mi sorpresa me encontraba en aquel desconocido lugar para mí, pero del que anhelaba algo. Enseguida localicé lo que buscaba desesperadamente, aquel chico, que estaba inmóvil con las manos entre su cabello mirando al suelo con cierto ápice de desesperación. No se percató de que yo estaba allí. No podía nada más que quedarme mirándolo, parecía como si las palabras se me hubiesen escapado. Quería correr a abrazarlo, ¿pero por qué?, quitando eso de que solo fuera un sueño, no sabía ni su nombre, ni el porqué parecíamos conocernos tanto aunque nunca escuchamos nuestras voces. No pude moverme ni una pizca, pero algo dentro de mi pudo reaccionar y con voz muy leve y con un gran sentimiento de agonía pude pronunciar las palabras de ` ¿Quién eres?´. Rápidamente el chico alzo su rostro, iluminado nuevamente y extrañado. ´ ¿Por qué siento que te conozco? ¿Por qué espero a verte cada una de mis noches? ¿Por qué este sueño me atormenta cada noche haciéndome creer que eres real y no es así? ¿Por qué solo me importa abrazarte en mis sueños? Pregunte nuevamente totalmente sosegada y aguantando las lagrimas en mis ojos. El chico con una sonrisa torcida se levantó del sitio en el que estaba y de forma muy elegante camino hacia mí, alzo sus brazos hasta rodearme con ellos y poner su frente en mi cabeza. Mis brazos quedaron a la altura de su pecho, al cual quise aferrarme con más fuerza, porque deseaba desesperadamente quedarme allí con él y no sabía por qué, pero no me importaba. Besándome en la frente, escuche por primera vez su voz melódica que decía: ´ No me importa que aun no recuerdes’. ‘Te esperare siempre aquí, solo para poder disfrutar de un simple abrazo aunque tan solo sea por unos minutos´. Entonces una lagrima sin saber yo por qué, se deslizo por mi mejilla.

El chico me separo un poco de él y se acerco a mi oreja para susurrarme las extrañas palabras de ´Si piensas que los sueños no son reales no lo serán, pero no por ello quiere decir que no lo sean´. Antes de despertar de aquel sueño, el chico posó su mano sobre mi mejilla acariciándomela y dijo: ´Haku, ese es mi nombre. Espero que te sirva de algo para recordar’; posteriormente posó su frente en mi frente y nos miramos fijamente hasta que aquel sueño se desvaneció y desperté en una mañana que se veía aun nublada por la ventana; aunque aún estaban grabados en mi cabeza esos ojos de color de luna que me miraron tan fijamente y cerca de mí.


5 comentarios :

  1. Woooooooooooooooooooo *__*
    Tienes que terminarla, eh
    Ni se te ocurra dejarla a medias xP

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  2. Jajajajaj
    Vale, vale, tranki...pero a mi tiempo...solo cuando me inspiro eh XD

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  3. *O* que bonito.....me trae recuerdos esta historia.... ^^

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  4. de una época en la q prefería soñar a la realidad!

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